Emprender o hacer crecer tu negocio requiere, además de esfuerzo y visión, contar con las herramientas adecuadas para financiar tus proyectos. En Álvarez Real conocemos los desafíos de autónomos, pymes y emprendedores, por eso te presentamos seis opciones de financiación que pueden marcar la diferencia para alcanzar tus metas. 

Descubre cómo podemos ayudarte a elegir la mejor alternativa para tu negocio. ¡Infórmate con nosotros!

En múltiples momentos, tanto las empresas como los emprendedores se enfrentan a la necesidad de conseguir financiación, ya sea para iniciar o expandir su negocio, para acceder a nuevos mercados, invertir en investigación y desarrollo o incluso para soportar una situación de crisis. 

Para hacer viable un proyecto empresarial, existen diversas formas de financiación muy común que pueden ajustarse a las necesidades de cada caso y que describimos a continuación:

Póliza de crédito 

Una póliza de crédito, o simplemente crédito, es una modalidad de financiación flexible en la que una entidad bancaria pone a disposición del cliente una cantidad determinada de dinero, la cual puede utilizarse segundo se necesite. Este tipo de financiación es ideal para cubrir desajustes temporales de liquidez, como los que pueden surgir al inicio de un proyecto, cuando es necesario realizar pagos antes de recibir ingresos. 

Se debe destacar que es una de las financiaciones más exigentes en cuanto al procedimiento y requisitos ya que es común solicitarlo para cubrir gastos que luego se pueden recuperar.

Préstamos bancarios 

El préstamo bancario es la opción más común para obtener capital, especialmente cuando se trata de operaciones a largo plazo o cuando se requiere una suma considerable. Los préstamos pueden ser con garantía personal, en el que la devolución se establece en un máximo de cinco años, o con garantía hipotecaria, que extiende el plazo hasta diez o veinte años. 

Hay diferentes tipos de préstamos, pero los más común son: 

  • Préstamos personales: el principal requisito es contar con uno bueno historial financiero y cuenta con un uso muy concreto.
  • Préstamos hipotecarios: son los más solicitados y en los que se solicita financiación dejando como aval un inmueble o bien de gran valor.
  • Préstamos al consumo: son usados para comprar algún bien a corto plazo como puede ser una máquina o un coche. 

Renting

El renting es un contrato de alquiler a largo plazo, utilizado frecuentemente para vehículos. Muchas empresas, como las que emplean la comerciales o empresas de transporte, recurren a esta opción que les permite renovar periódicamente su flota de vehículos. Una de las ventajas del renting para las empresas es que las cuotas mensuales y el IVA asociado son deducibles.

Leasing

El leasing es otra forma de arrendamiento financiero que ofrece la posibilidad de adquirir el bien al finalizar el contrato. Esta opción es similar al renting, pero con la diferencia principal de que, en el leasing, se incluye la opción de compra una vez finalizado el contrato.

Factoring

El factoring es un método mediante el cual una empresa puede obtener financiación adelantando el cobro de facturas pendientes. La empresa cede las facturas a una entidad financiera a cambio de un interés. Este tipo de financiación depende de la solvencia de la empresa con la que se tiene la deuda, ya que esta pasa a ser responsable.

Microcrédito 

Los microcréditos son préstamos de poca cantidad, en general menos de 20.000 euros que están destinados tanto a personas físicas como a financiación de empresas o proyectos. No necesitan aval.

Leave a Reply