Las asesorías y despachos profesionales que no estén digitalizados tienen muy complicada su supervivencia, ya que la transformación digital no tiene marcha atrás. Así lo demuestran todos los estudios realizados sobre el futuro de un sector que necesita modernizarse para ser competitivo y atender a sus clientes de forma eficiente porque el mundo ha cambiado y las necesidades de la sociedad, también.
Ante un panorama donde las administraciones lanzan novedades casi a diario y donde los clientes son cada vez más exigentes, muchas empresas están perdidas. En Alvarez Real somos conscientes de la importancia de afrontar con éxito esta revolución tecnológica. Los despachos profesionales del futuro deberán cumplir al menos, los siguientes requisitos.
Digitalización:
Es la pieza clave en un sector donde el papel tiene los días contados. El 58,6% de los despachos profesionales cree que la digitalización es muy importante para su modelo de negocio, según un estudio realizado por Wolters Kluwer. Además, el porcentaje de quienes creen que un despacho digitalizado no es una cuestión menor sigue subiendo, ya que aumenta la percepción entre los profesionales de que la tecnología es imprescindible por muchas razones, entre ellas, por las siguientes:
- Ayuda a llevar a cabo las tareas más cotidianas a nivel interno.
- Permite gestionar mejor los procesos más mecánicos.
- Los cambios normativos obligan al profesional a estar muy al tanto de las nuevas herramientas digitales.
- Minimiza costes.
- Aumenta la productividad.
Especialización:
Los despachos y asesorías deben adaptar su oferta a la demanda porque la sociedad ha cambiado de forma espectacular en los últimos años. La especialización es un valor en alza. Equipos expertos en laboral, fiscal, contabilidad o consultoría son la mejor carta de presentación para ser competitivos en un mercado cada vez más exigente y para prestar los mejores servicios a los clientes.
Formación: hay que estar al día
Imposible hacer frente a los nuevos tiempos sin un personal formado que sepa gestionar las nuevas tecnologías. A la formación continua que siempre debe tener el profesional en materia legal, se une ahora la necesidad de que adquiera competencias digitales para manejar los sistemas informáticos y saber ayudar a sus clientes.
Automatización:
Es otra de las reglas de oro de los despachos profesionales y asesorías del futuro. Muchas tareas rutinarias pueden reducirse al máximo gracias a las nuevas tecnologías. El cliente notará la diferencia y la productividad subirá.
Tecnología y más tecnología:
Ocho de cada diez despachos profesionales ya utilizan un software especializado y menos de la mitad (45%) se ha decantado por tecnología en la nube a pesar de que la mayoría conoce las ventajas del cloud (movilidad, acceso a los datos desde cualquier lugar, actualización permanente de soluciones, reducción de costes y de tiempo…). Así lo refleja el Barómetro de la Asesoría 2023 de Wolters Kluwer que nos recuerdan que el conocimiento de las nuevas tecnologías son un reto y de que sin ellas será imposible implementar la transformación digital.
Para hacer llevadero el proceso, el Kit Digital es un gran aliado. En Alvarez Real damos fe de ello y también los clientes que han confiado en nosotros para conseguir que la adaptación a los nuevos tiempos no fuese traumática.
Servicio integral y multidisciplinar:
Ofrecer soluciones integrales al cliente es el rasgo principal de los despachos profesionales del siglo XXI, lugares donde las empresas, autónomos o particulares puedan encontrar las respuestas que necesitan en un mismo espacio, bien sea un tema de impuestos, de consultoría o judicial. En este sentido, el trabajo en equipo, colaborativo, es una pieza clave ya que hay muchas gestiones que requieren de distintos departamentos que nunca deben ser compartimentos estanco. Sólo así se consigue ser resolutivos y la mayor eficiencia y rapidez en trámites y gestiones.
¿La cercanía con el cliente entrará en crisis?
Rotundamente no. Los despachos profesionales evolucionarán hacia un modelo más próximo a la consultoría, pero sin perder de vista el centro de todo: el cliente. El trato próximo deberá continuar siendo esencial a la hora de abordar los casos. La digitalización se pone al servicio de las personas.