Los ciberataques y los fraudes digitales a empresas son una realidad preocupante porque cada vez son más habituales y no sólo afectan a las grandes compañías, sino todo lo contrario. En el mundo de la delincuencia online, las pymes son fáciles de batir y los hackers las buscan porque son las más vulnerables.

Las cifras no dejan lugar a dudas: sólo en Galicia se cometen 16 delitos al día a través de Internet y España es el tercero país del mundo – después de Estados Unidos e Inglaterra – en número de ciberincidencias.

120.000 ataques al año

Así, según el informe Ebroker, cada año se producen 120.000 ciberataques, el 68 % por infección de equipos, el 10 % por accesos no autorizados y el 11 % por fraudes. Por tanto, el riesgo no es bajo. Además, si una empresa es víctima de un ataque a través de Internet la factura le saldrá muy cara: el costo medio para recuperarse asciende a 102.000 euros.

Ante este panorama, la mejor defensa de la empresa es la prevención y para eso nada mejor que tener un buen conocimiento de lo que puede pasarte si no te proteges.

¿Cuales son los principales tipos de ciberataques?

El phishing, el delito más frecuente

Entre las formas más habituales de ciberataques destaca el phishing, que consiste en engañar a una persona o personas para que compartan información confidencial de la empresa en la que trabaja. Por norma general, en estos casos, la víctima o víctimas del fraude reciben un correo electrónico que suplanta la identidad de una persona de la compañía y los daños que provoca pueden ser incalculables, no solo desde el punto de vista económico sino también, y esto es tal vez más preocupante que el primero, desde el punto de vista de reputacional.

Un ataque DDOS es un ataque de servicio, denegar el acceso a una web o servidor a su legítimo propietario y afecta a la disponibilidad del sistema informático de la empresa, a sus entrañas. Significa que entra un gusano en el ordenador que se autorreproduce e infecta los equipos; un virus borra todos los archivos, un troyano se oculta en la memoria.

¿Qué hacer para prevenir disgustos?

La mejor defensa que tienes para evitar problemas es la prevención y, para eso, nada mejor que

  1. Tener una sólida estrategia digital. La mayoría de las empresas exponen su actividad en Internet porque es la mejor manera de darse a conocer, pero son pocas las que acompañan su estrategia digital con una medición de su riesgo cibernético.
  2. Analizar las actuaciones internas que pueden amenazar la seguridad de la empresa para reducir riesgos. Es fundamental conocer como llevan a cabo todos los procesos cibernéticos para analizar si se están realizando de forma adecuada.
  3. Definir qué informaciones o datos deben tener un nivel de protección muy elevado.
  4. Disponer de copias de seguridad
  5. Revisión y actualización periódica de todos los sistemas de seguridad.
  6. Seguros contra ciberataques. Para un autónomo o microempresa un seguro de este tipo puede rondar los 300 euros al año. La mayoría de estas pólizas ofrecen servicios las 24 horas.

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