Un despido mal gestionado puede acarrear graves consecuencias legales para la empresa, incluida su nulidad. Desde Álvarez Real os contamos las claves para realizar un despido de manera correcta, cumpliendo con los nuevos requisitos legales establecidos por el Tribunal Supremo y garantizando el respeto a los derechos del trabajador.

La reciente sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, de fecha 18 de noviembre de 2024, ha introducido un criterio que puede cambiar la forma en que las empresas gestionan los despidos: la obligatoriedad de dar audiencia previa al trabajador antes de tomar una decisión definitiva. Así en Álvarez Real, contamos con el abogado Cándido Álvarez, experto en derecho laboral, que detalla los pasos clave para proceder a un despido de manera correcta y evitar su nulidad y sobre el que se puede consultar más información en 

La obligación de escuchar al trabajador

El Tribunal Supremo ha señalado que, antes de finalizar una relación laboral, el trabajador debe ser informado de las razones de su despido y contar con un plazo razonable para defenderse. Esta medida se fundamenta en el Convenio 158 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificado por España y, por tanto, con rango de norma interna según la Ley 25/2014.

El convenio establece que:
«No deberá darse por terminada la relación de trabajo de un trabajador por motivos relacionados con su conducta o rendimiento antes de que se le haya ofrecido la posibilidad de defenderse de los cargos formulados contra él.»

Aunque el Estatuto de los Trabajadores no exige la audiencia previa salvo en casos específicos, como representantes sindicales o normas convencionales, esta sentencia amplía su aplicabilidad a todos los casos de despido disciplinario.

Requisitos de una correcta motivación

El despido debe comunicarse con una motivación clara y suficiente, conforme al artículo 24.1 de la Constitución Española, para garantizar el derecho de defensa del trabajador. La carta de despido debe:

  • Ser precisa y detallada sobre los hechos y motivos que justifican el cese.
  • Evitar errores formales o contenido genérico que pueda generar indefensión.

Un caso reciente ejemplifica la importancia de esta formalidad. Según el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, una empresa entregó una carta de despido con errores graves, como la mención a un sector diferente al real de la compañía. Este descuido llevó a la nulidad del despido, evidenciando que la redacción inadecuada puede condenar cualquier decisión empresarial.

De este modo, se recomienda  a las empresas adoptar un enfoque riguroso en la gestión de los despidos, incluyendo:

  • Audiencia previa con plazos razonables.
  • Redacción clara y detallada de la carta de despido.
  • Asesoramiento legal para evitar errores que puedan comprometer la validez del cese.

Este nuevo requisito, aplicable a los despidos formalizados tras la publicación de la sentencia, representa un avance en la protección de los derechos laborales y plantea retos para las empresas. Estar preparados y actuar con diligencia será clave para evitar riesgos legales innecesarios.