
Más de la mitad de los trabajadores se sienten poco motivados en su puesto de trabajo y casi ocho de cada diez se cambiaría de empresa si tuviese la oportunidad de hacerlo. Las cifras corresponden a un estudio de la empresa de colocación Hays que pone de manifiesto una situación preocupante para muchas pymes y departamentos de Recursos Humanos. ¿Qué está pasando en el sector laboral?
Tener una plantilla contenta no sólo mejora el ambiente en el trabajo, también sube la productividad de las empresas. Los empleados felices son una garantía de éxito y un valor para la marca. Por estas razones, son muchas las compañías que buscan fórmulas para retener a su gente buscando las causas de la infelicidad, que no siempre están ligadas al salario.
La puesta en marcha de un plan de motivación laboral es la herramienta más eficaz para detectar y atajar el problema. Os contamos en qué consiste:
¿Qué es un plan de motivación laboral?
Un documento que permite a una empresa medir el nivel de motivación de su plantilla y aumentar su grado de satisfacción estableciendo acciones e iniciativas concretas.
Los pasos:
- Introducción: se llevará a cabo un análisis de la situación, explicando de forma clara y pormenorizada los motivos que llevan a la empresa a realizar el plan.
- Definición de los objetivos: el documento debe incluir qué se desea conseguir, a quién se quiere llegar (si el conjunto de medidas se va a implantar en el seno de la directiva, en cargos intermedios o se extiende a toda la plantilla) y el plazo de ejecución.
- Medición: es imprescindible recabar toda la información posible sobre el nivel de motivación de las personas trabajadoras vía encuestas, entrevistas personales…
- Acciones: exposición y puesta en marcha de los cambios.
- Desarrollo del plan: tras escuchar a los trabajadores, analizar las posibilidades de la empresa y valorar las posibles acciones a seguir, se detallarán las iniciativas que darán forma al documento.
Las acciones:
No existe una fórmula mágica para elevar la moral de la plantilla, pero sí una serie de medidas que favorecen el bienestar de los trabajadores. Estas son algunas de las acciones más comunes:
- Implantar el salario emocional: conocido también conocido como retribución flexible, el salario emocional consiste en ofrecer incentivos sociales. El abanico es muy diverso, desde seguros médicos hasta descuentos en el gimnasio, cheques restaurante o servicio de guardería.
- Prestar atención a los empleados: hacer que las personas que trabajan para la empresa se sientan valoradas es un gran paso para cambiar las cosas. El papel del líder y de los cargos intermedios es esencial para lograr un mayor rendimiento laboral. Refuerza la seguridad e incrementa la autoestima de las personas trabajadoras.
- Promocionar el trabajo en equipo: este aspecto es igual de importante que el punto anterior. Las empresas que fomentan el trabajo en equipo tienen mayores porcentajes de éxito.
- Elaborar un buen plan de incentivos: no siempre tiene que consistir en premios o complementos económicos, a veces consisten en regalar tiempo (días libres) o experiencias (viajes).
- Flexibilidad horaria: sin duda una de las mejores herramientas para motivar al personal y para retener talento.
- Dar más autonomía: dar a la persona trabajadora cierta libertad a la hora de realizar sus labores.
- Favorecer el crecimiento personal: está directamente relacionada con la medida anterior y las posibilidades de promocionar es uno de los factores más valorados a la hora de permanecer en un trabajo o de puntuar el grado de motivación. Contar con planes de promoción interna es una buena estrategia empresarial.
¿Cómo y quién desarrolla el plan?
Los responsables de la empresa o de distintos departamentos, en función de las dimensiones de la misma, o una consultoría externa, serán los encargados de elaborar el plan de motivación laboral.